El Plan director de instalaciones deportivas
Nunca desde que gobierna el PP la CV (y va para 20 años) se ha invertido en IIDD lo mismo que en el resto del Estado.[1] Y cuando se ha invertido ha sido sin ninguna planificación, siguiendo una política clientelar que ha beneficiado a los alcaldes afines al régimen.
Además, esta política clientelar se ha mezclada con la opulencia de un gobierno borracho de poder que en la etapa de Camps, Carlos Fabra, Ripoll y compañía, quiso hacernos creer que éramos los más ricos y nos engañó saqueando los fondos públicos que fueron a parar a constructores amigos y cooperantes. Este sistema corrupto nos ha dejado un parque de IIDD desequilibrado e insostenible.
La ley de 1993, aprobada por el PSPV-PSOE, contemplaba la realización de un Plan director de IIDD. Dicho Plan pretendía desarrollar una política equilibrada en el territorio. Todos los municipios de la CV debían tener un parque de IIDD proporcional a su población, sostenible y que fuera capaz de garantizar el derecho a la práctica del deporte a todos los ciudadanos, independientemente de si vivían en la ciudad o en zonas rurales.
La Generalitat en manos socialistas inició el estudio para la elaboración del Plan pero, un año y pocos meses después el gobierno cambio de manos y también de políticas. Se pasó de una política de reequilibrio territorial, que buscaba ofrecer una igualdad de oportunidades a los municipios con menor capacidad, a una política clientelar, cuyo objetivo prioritario era pagar los favores electorales a los alcaldes del PP.
El PP se olvidó del Plan Director, nada más iniciar su etapa de gobierno, aunque la Ley ordenaba su elaboración. Para justificar su acción se inventó los “planes provinciales de IIDD. De este modo el poder para repartir el dinero recayó en manos de las diputaciones (Fabra, Ripoll, Giner y más tarde Rus).
El peso de Fabra en Castellón provoca un desequilibrio de inversiones hacia esa provincia. Por otro lado, la provincia de Valencia (sobre todo) y Alicante presentan graves déficits (curiosamente municipios que tradicionalmente estaban gobernados por partidos de izquierdas).

Sin estudios previos de oferta y demanda, sin ninguna previsión ni criterios técnicos, se construyen IIDD de una forma irracional por toda la Comunitat. Es la época en la que se acometen auténticas barbaridades (despilfarros históricos). Es la etapa más dañina de los gobiernos del PP (2000-2008). Las grandes obras faraónicas y el circuito de Fórmula 1. Ciutat de la pIlota, Centre de técnificació de Vilarreal,… La transformación del Velódromo Luis Puig, y algunas más que quedaron en el proyecto (Balcón al mar, Ciutat de l´esport, Canal de remo…).

Las consecuencias de esta política (que no solo se ha desarrollado en el deporte sino que se extienden a otras áreas como la cultura, el transporte, el ocio…)  ya las conocemos. Una CV endeudada hasta las cejas, regalos envenenados que han hundido más de un Ayuntamiento, con edificios insostenibles, fantasmagóricos, que no sirven para nada; un parque envejecido, caro, insostenible, poco adaptado a las energías renovables; que responde a un modelo de deporte convencional y antiguo.

Ahora lamentamos la construcción de piscinas cubiertas en municipios pequeños que han tenido que cerrar por su inviabilidad económica; Campos de fútbol de césped artificial donde apenas se juegan partidos (en poblaciones del interior con poca población), trinquets i calles de la pilota que apenas se utilizan y se destinan a usos de almacén; Escuelas de la mar que se encuentran apiladas en Burriana (se presentaron 14 Escuelas de Vela en 2003 y solo quedan 3), etc.

En estos momentos, la Comunidad Valenciana se encuentra con una red envejecida de instalaciones deportivas, con una media de edad de más de 20 años (según el Censo Nacional de ID de 2005). Sin embargo, tras 14 años en el poder, el PP no ha puesto en marcha ningún programa de ayudas a la modernización de instalaciones deportivas.
Ejemplos de la desidia de nuestra Generalitat, en este tema, son los casos de las instalaciones deportivas de los centros de tecnificación de Cheste y Alicante. Centros destinados a albergar a nuestros mejores deportistas y que se encuentran en un estado lamentable. Son una muestra más de la despreocupación y falta de capacidad de la Consellería. Después de esto, no es de extrañar que no salgan nuevas figuras deportivas en nuestra Comunidad.
Tampoco son del interés de este gobierno del PP, las instalaciones deportivas de los centros escolares, una de los elementos que podrían ser básicos para del futuro deporte de la Comunidad. Los niños y niñas continúan practicando deporte en situaciones de precariedad.
Continuará...



[1] Según indica el Censo Nacional de Instalaciones Deportivas (CSD), la Comunidad Valenciana está por debajo de la media española en número de metros cuadrados de instalaciones deportivas por habitante. Además, en un estudio realizado por el propio CSD, sobre el posicionamiento de las Comunidades Autónomas en relación a sus instalaciones deportivas, la Comunidad Valenciana se encuentra la tercera en puntuación por la cola, seguida de la Región de Murcia y Castilla la Mancha.

Si nos comparamos con otras Comunidades Autónomas en España, observamos que la Generalitat Valenciana, invierte en Instalaciones deportivas 6,66 millones de € por año.  En Andalucía la inversión por año alcanza los 200 mill. (1800 mill. para el Plan de 2007 a 2015), en Cataluña de 138,7 mill. de €/año (971 mill. para el Plan de 2005 a 2011), en la Comunidad de Madrid 40 mill. de €/año, en Castilla la Mancha 37,6 mill. de €/año, en la Región de Murcia 12,25 mill. de € /año, etc.

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