LA POTESTAD DE AUTO ORGANIZACIÓN EN EL SERVICIO DEPORTIVO MUNICIPAL (2ªParte)


Otra tarea menos vistosa para un político, pero de gran calado para una administración, es la tarea de regularizar los diferentes desfases de gestión, de todo tipo, que se han producido a lo largo de estos últimos años. ¿Cómo actuar frente al vencimiento de ciertas concesiones administrativas? ¿Se deben renovar las concesiones? ¿Se deben recuperar las instalaciones para gestionarlas directamente?

Por otro lado situaciones de precariedad, de inseguridad jurídica, en algunas instalaciones que han sido cedidas a entidades o empresas deportivas, a través de convenios impropios, etc. ¿Cómo se van a gestionar: de forma directa, indirecta, a través de concesiones administrativas...? Uno de los modelos de gestión que nuestro programa electoral proponía para hacer frente a las necesidades de los Ayuntamientos es la gestión participada. Exploremos las posibilidades que nos ofrece.

Además, está la previsión de las nuevas instalaciones deportivas que están en fase de aprobación u obra y que, presumiblemente serán inauguradas en los próximos dos años. Incluso cabe la incertidumbre sobre si aquellos proyectos de instalaciones deportivas previstos en los programas electorales se van a desarrollar finalmente.

A todo ello se une la preocupación por el estado de mantenimiento de las instalaciones deportivas que van envejeciendo a marchas forzadas ¿Qué supondrá en el futuro mantener este parque de instalaciones viejas? Césped artificial, luminarias, pavimentos de pistas polideportivas, vestuarios, calderas, piscinas climatizadas...

Toda esta compleja situación requiere de una tarea de estudio y previsión que, en muchos casos no se está realizando, lo que puede suponer un perjuicio sobrevenido en el futuro próximo, con consecuencias muy negativas para el servicio y los bienes municipales. Gobernar, también es tomar decisiones difíciles, de calado, que resuelvan problemas estructurales, aunque no sea tan vistoso como una foto en la carrera popular celebrada el domingo.

Otra de las aristas de esta problemática es el tema del personal o de recursos humanos. ¿Son suficientes los trabajadores que actualmente prestan sus servicios en la estructura municipal de deportes? ¿Van a ser necesarios más trabajadores para atender las necesidades futuras? ¿En qué funciones?, ¿para qué puestos de trabajo? Para contestar a estas cuestiones es necesario iniciar una tarea de planificación de recursos humanos que va unida a la planificación del propio servicio deportivo anteriormente citada.

         Habitualmente la política de recursos humanos dependerá de otras áreas municipales y también de la negociación colectiva, en la que intervienen los sindicatos. Nos podemos encontrar con situaciones muy complicadas: personas desubicadas de su puesto de trabajo, en funciones de superior categoría, trabajadores interinos con más de 10 años de servicio, bolsas de trabajo que reflejan una situación de provisionalidad y precariedad laboral que no debería consentirse y menos por un consistorio progresista.

Desde la lógica y la racionalidad, desde la justicia social, resulta bastante evidente que la primera tarea que debería encarar cualquier gobierno progresista, antes de arbitrar una oferta pública de empleo, es regularizar la situación de los trabajadores que forman parte de la plantilla. Además, parece lógico y racional que dicha regularización fuera de acorde a las actuales necesidades, estudiadas con rigurosidad, y que justificarían la promoción interna y la definición de los puestos de trabajo.

En la mayoría de los casos nos encontraremos con profesionales con gran experiencia que durante años han gestionado el servicio y que pueden contribuir a realizar bien el diagnóstico del estudio, a conseguir los objetivos. Lo inteligente será motivarles, ofrecerles la oportunidad de reivindicarse como profesionales. No caigamos en el error de pensar que ya estaban antes con otro consistorio y que no van a ser leales a su trabajo.

Solo a posteriori y con la transparencia correspondiente, la dirección debería ser capaz de explicar, no solo a la parte social, sino a toda la ciudadanía qué es lo que piensa hacer en el futuro y qué necesidades de personal va a tener. Solo entonces se entendería una nueva oferta de empleo y podría justificarse.


Cabe recordar, asimismo, que el Servicio deportivo municipal nace por la necesidad de gestionar una materia especializada como es el deporte y que se diferencia de la tarea de administración general que caracteriza a las Administraciones públicas; que el deporte evoluciona rápidamente en formas y estructuras y que es necesaria una formación especializada, de máximo nivel, para responder a los retos que día a día se presentan.

Acabaremos esta reflexión reivindicando nuestro origen proletario y social, defensor del trabajador, y continuaremos recomendando buenos gestores que sean capaces de aunar políticas sociales y eficacia en la gestión municipal del deporte. Esto significa conseguir el objetivo establecido en nuestro programa electoral con los medios puestos a disposición.


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